miércoles, 8 de abril de 2020

Anticuerpos económicos para vivir mejor

Después de una infección bacteriana, el sistema inmunitario ...
Imagen tomada de: https://coenfeba.com/despues-de-una-infeccion-bacteriana-el-sistema-inmunitario-reacciona-rapidamente-para-eliminar-los-invasores/

El Covid-19 es un contagioso virus que puede atacar células y matar cuerpos y aunque hoy los infectados en el mundo son millón y medio de personas, su mayor efecto no es sobre los cuerpos, sino sobre las relaciones entre humanos y la psiquis de miles de millones de contagiados de miedo e insuficiencia de ingresos.

Las consecuencias económicas de la pandemia son diversas: inmensas fortunas no crecerán tanto como sus codiciosos dueños esperaban; los más pobres no saben si comerán la próxima semana; quienes viven de su trabajo, tanto empleados como por cuenta propia, temen que sus ingresos no sean suficientes para mantenerse.


La mayoría de personas a las que su cheque alcanza para existir sin precariedad llevan un estilo de vida más allá de sus posibilidades, viven al debe y cada quincena se evapora entre sus manos casi sin darse cuenta que ella existió.


Un virus tiene la capacidad de engañar una célula, apoderarse de ella, esclavizarla y ponerla a trabajar sólo para él hasta llevarla a su destrucción. ¿Cuántos comportamientos humanos pueden parecer ocasionados por un virus económico? Se podría pensar que son esclavos de este tipo de virus todos los que destruyen el fruto de su esfuerzo en objetos y apariencias, que más que ser fruto de una decisión acertada son consecuencia del deseo de emular a aquellos a los que quiere parecerse.


La capacidad de daño de un virus está limitada por las fortalezas del organismo que ataca y acrecentada por las otras dolencias que ese cuerpo padezca, con este virus económico es igual, el individuo contagiado que además sufra consumismo podrá tener efectos devastadores.


Los estilos económicos débiles y que se han nutrido con una dieta rica en despilfarro, deuda, ostentación e incapacidad para actuar en consecuencia con su posibilidad económica están enfermos hace mucho tiempo y la actual situación sólo evidencia el tamaño y la gravedad del padecimiento.


Para superar esta crisis es necesario que esos individuos se nutran de gasto moderado, ahorro, deuda saludable, decisiones coherentes con sus capacidades y que desde allí se generen anticuerpos económicos que les permitan enfrentar y vencer ese malsano consumismo para que no solo puedan sobrevivir sino vivir mejor.


@jairmontoyatoro

viernes, 14 de octubre de 2016

Educar en defensa propia - Desde Fernando Savater


Yo no me meto en política”, lo que pasa es que la política si se mete con usted, ahí es donde definen sus derechos, su salario, su libertad; aislarse es tonto e irresponsable y sólo sirve a quien ya tiene el poder y lo ejerce en su propio beneficio y el de la élite que lo sostiene; es necesario asumir seriamente el ser ciudadano, esto exige informarse, pensar, discutir para decidir un voto o el apoyo a un líder político.

La democracia permite participar en el estado y esta se basa en la ciudadanía que empezó como un privilegio para algunos: los más ricos, los más educados, los varones; por fortuna ya el requisito es sólo ser mayor de edad; las elecciones son la base de este sistema, lo cual implica al ciudadano deberes  desde las normas, la ética y la responsabilidad; en cada votación se decide la tendencia que tomará la sociedad y esta se moverá desde la inclusión a la discriminación, desde la primacía de los derechos civiles al militarismo, desde la libertad de cultos al fanatismo, desde la equidad a la acumulación.

Dada la importancia del voto es ideal que quienes lo ejercen tengan acceso suficiente a información, educación, libertad; esto no sólo permitiría elegir mejor sino también higienizar la política, al observar a quienes practican el poder público se encuentran en abundancia los mentirosos, bandidos, mafiosos y hasta asesinos; ellos no son la excepción, son la norma, es terrible pero cierto.

Para mantenerse en el poder estos pillos aprovechan las imperfecciones de la democracia: promueven el clientelismo, se enriquecen con la corrupción, financian el proselitismo armado, avivan el desinterés y la desconexión política de las masas; así se apoderan de grandes tajadas de poder y riqueza, convirtiendo lo público en su feudo.

También hay un pequeño grupo de políticos intentando orientar un ejercicio público más limpio, más incluyente, más decente; a ellos hay que ayudarlos en su tarea, hay que acompañarlos.

El voto individual responsable es necesario pero no suficiente, “Hay que educar en defensa propia”, dice Fernando Savater, claro que sí, en democracia vale igual el voto comprado, amenazado, desinformado que el voto discutido y libre; la definición del ganador se da por la cantidad de votos no por la calidad y pulcritud de los mismos, esta realidad exige defenderse de la ignorancia, la ingenuidad, la engañifa  colectiva que asedia y convence a muchos votantes; es indispensable elevar los niveles propios de educación política y los de aquellos con los cuales se comparte la ciudadanía, para ello habrá que discutir, proponer, evidenciar las carencias e intenciones veladas de propuestas y sus promotores.

La tarea de educación política va mucho más allá de los asuntos de la razón, porque votar también tiene mucho de emocional, habrá que propender por la humanización y hasta domesticación de ese ciudadano en el cual prima el rencor, la venganza, la envidia, la avaricia; es necesario superar el salvajismo y la violencia que mueve a muchos electores.

Es una tarea retadora e imprescindible, si la evade no hay manera de cultivar mejor sociedad, los electores mal informados y perniciosos son también su responsabilidad, pero ante todo son su desgracia si ellos lo rebasan.

@jairmontoyatoro

lunes, 25 de abril de 2016

Sorprendido con la máscara abajo


El arma más eficiente de dominación y control es el engaño, el cual se puede nombrar con  eufemismos como diplomacia o buenas maneras; es muy efectivo esconder detrás de una sonrisa fingida las acciones e intenciones dañinas.

A veces la farsa es muy evidente y aparece el profundo abismo que cavan día a día los poderosos, para la muestra un Juan Carlos Echeverry, presidente de ECOPETROL, quien deja ver que para él sólo son dignos de conversación los de la élite a la que pertenece.

En la comisión Quinta de la Cámara de Representantes, se debatía la inconveniencia de hacer explotación petrolera en un área de gran importancia biológica como la Serranía de la Macarena, el Sr. Echeverry le dijo a su interlocutor: “Simplemente una persona que con una tarjeta de profesor viene a decirnos que descubrió que el agua moja...”, seguidamente pide que no lo pongan a discutir con quienes no estén a su nivel.

Echeverry  se imaginó irrespetado porque en su “pensamiento superior” es una afrenta dirigirle la palabra a quien él considera de tan baja categoría como lo sería un profesor universitario; este caso es una particularidad que demuestra como en general los que gobiernan y dirigen son falsos y mal intencionados con la gente del común.

¿Si esta es la forma de comportarse en casa ajena  y en público, como serán estos personajes en sus dominios y en privado?

Lo narrado no es la excepción, es la regla; los que rigen el país casi siempre han sido groseros y hasta traidores de la gente; bastaría con preguntar a algún líder social, indígena, negro o campesino los malos tratos que han tenido que soportar para defender los derechos de sus comunidades.

Que un ciudadano corriente pueda hablar en el congreso es un asunto excepcional, la mayoría de las solicitudes son truncadas y burladas mucho antes en las oficinas y por actuaciones de funcionarios de menor jerarquía pero igual de engreídos.

La “gente de bien” detesta los paros, las marchas, las protestas; engañan diciendo que lo único que hace falta es hablar, cuando precisamente es lo que han venido pidiendo las comunidades por largos periodos de tiempo antes de lograr una movilización; a veces se logra que el poderoso escuche y ellos utilizan este encuentro para burlarse de sus interlocutores, de su lenguaje, de su educación, de sus maneras.

Es una desgracia que tantos dirigentes del país público y privado sean personas que fingen valorar a sus conciudadanos; que mientan con discursos sobre el respeto, el bien común, la inclusión, la mejora social.

De vez en cuando se les sorprende con la máscara abajo.

Nota: Oscar Vanegas, Ingeniero de Petróleos, Magíster en Hidrocarburos es el profesor de la Universidad Industrial de Santander que fue maltratado por Echeverry; este docente es conocido por su defensa de los derechos de las comunidades y la protección de los ecosistemas.

Al día siguiente de estos hechos el presidente Santos suspendió la licencia de exploración de hidrocarburos en La Macarena; pocos días después la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA, la revocó. 

viernes, 8 de abril de 2016

Para estos ricos su mejor negocio es robar a los más pobres


Un buen vivir se soporta en adecuada alimentación, hábitos y espacios higiénicos, sistema de salud eficaz, educación de calidad, acceso a comunicación, seguridad y justicia, etc.; por lo cual es necesario que el estado use su presupuesto de manera prioritaria en estos asuntos.

Es difícil lograr que en países como Colombia el gasto público se oriente hacia las necesidades de las mayorías, desde el punto de vista presupuestal hay logros; sobre el papel aparecen billones que supuestamente se destinan a satisfacer estos requerimientos pero la realidad es trágica.

En la historia cercana están los que se robaron el dinero para las vías, las EPS que niegan servicios de salud y usan este dinero en decoración y clubes, Agroingreso Seguro que con trampa entregó a ricos terratenientes la plata de los campesinos, el suministro de comida miserable a miles niños en los restaurantes escolares.

Da vértigo enterarse de cada nuevo escándalo en el que los protagonistas son ladrones del dinero público, mafias para estafar a los más necesitados; la mayoría de los actos de corrupción son “goles perfectos” al erario, no queda huella ni alguien que quiera encontrarla.

El 4% PIB del país se lo roban funcionarios y empresarios corruptos, a valores de 2016  esto equivale a más de $15 billones anuales, cifra tan grande  como incomprensible; en este mismo año el presupuesto público nacional para el agro son $1,6 billones, para salud $20 billones, para educación $32 billones, ISAGEN se transó en $6,5 billones. Es un inmenso atraco continuado.

Este poder podrido y corruptor tiene acaparado hasta el lenguaje, cuando se logra que los medios de comunicación hablen del tema se les nombra como “polémicos empresarios”, eufemismos que sólo los protegen de lo que son: delincuentes  inmundos que se roban los sueños y el futuro de los niños, que mantienen al campesino en la miseria y la desesperanza, que asesinan pacientes que mueren por falta de atención como consecuencia de un sistema de salud defraudado.

El daño causado por estos ladrones es inmenso, mucho más allá de las exorbitantes cifras este dinero estaba destinado a ser un multiplicador de bienestar y de construcción de un mejor país; lo que debía ser un almuerzo nutritivo, un procedimiento de salud, una carretera; lo convierten en lujo y despilfarro que se evidencia en cuentas secretas en Suiza, Islas Caimán y Panamá; en estas operaciones non sanctas aparecen centenares de “colombianos de bien”, ¿Cuál es el origen de estos recursos? ¿Por qué los ocultan? ¿Están pagando impuestos sobre ellos?

Parte del problema es que para mucha gente lo más importante es gastar y ostentar, llegando hasta idolatrar al rico, no importa que sea pillo, a ese bandido se le llama “doctor” y hasta “don”; este comportamiento avala el vivir en un país de y para delincuentes.

Esta poderosa plutocracia en lugar de ayudar a los marginados a superar su vida precaria los hunde en el fango; para estos ricos su mejor negocio es robar a los más pobres.



¿Será que hay una clase social que no sólo es la más educada, la más influyente, la más elegante, sino también la más ratera?

@jairmontoyatoro
jairmontoyatoro@gmail.com

martes, 16 de febrero de 2016

¡El poderoso a sus justas proporciones!


Existen poderosos que son abusivos congénitos, se engolosinan demostrando que para ellos no hay límites fuera de sus deseos; abundan los que se creen con derecho a ser desorganizados, a no dar instrucciones precisas, a saltarse las normas y hasta pretender que sus subalternos posean artes adivinatorias frente a lo que quieren y como debe hacerse.

¿Por qué un oficial de alto rango, con ominoso salario, que comete una infracción de tránsito abusa de su puesto para no pagar el comparendo y hace degradar al subalterno que de manera correcta impuso la multa?

Los abusivos son tema frecuente en los espacios de murmuración y desahogo del día a día, se describen hasta la saciedad sus excesos, pero hay que percatarse que más allá de la fuerza de los poderosos para atropellar, los subordinados también son responsables ya que frecuentemente encubren y hasta acolitan sus extralimitaciones; como resultado de ello nuestra cultura ha infundado en la sociedad un deslumbramiento enfermizo por quien detenta el poder.

El embobamiento lleva a tomar al superior como medida de todas las cosas sin fundamento mayor que la fascinación por aquel que sobresale en la jerarquía, se le eleva a la categoría de gran autoridad en todos los temas, siendo en muchas ocasiones apenas un aficionado de lo que opina; se le convierte en molde de gustos, chistes y hasta exclusiones.

Impresiona ver la cara excitada de alguien que narra su encuentro casual con “el doctor”, evoca con detalle cada palabra, cada gesto de una conversación intrascendente, entonces su interlocutor recuerda que en la actividad de fin de año ”el doctor” comió lechona, para dar prueba de sus momentos de terrenalidad.

Pululan defensores de los excesos del poderoso, son benevolentes y blandos sin argumento distinto que padecer como natural el comportamiento abusivo; esa idolatría muta hacia la alcahuetería que traspasa la vida personal y afecta los objetivos organizacionales; convierte la tarea en un camino donde importan más los caprichos del jefe que la calidad y pertinencia del resultado institucional.

Ejercer el poder es una función social importante y difícil, el mando debe soportarse en  la capacidad y merecimiento de quien lo detenta, en aquellos que puedan guiar al grupo de manera retadora y digna; en quienes logran que cada uno de los participantes den lo mejor de sí.

Se debe trascender de relaciones jerárquicas morbosas hacia correspondencias de liderazgo, respeto y responsabilidad; no se puede ser indulgente con quien usa mal su cargo o posición, esto también está en manos del subordinado.


¡Hay que llevar al poderoso a sus justas proporciones!

miércoles, 7 de octubre de 2015

Apuesta por la esperanza - Jesús Abad Colorado

En un trabajo continuo contra el olvido el reportero Jesús Abad Colorado ha capturado con su lente, durante 25 años,  no sólo el horror sino también la capacidad de resistencia, el coraje, la dignidad y la esperanza de quienes viven en sus historias y cuerpos el ensañamiento de la guerra.

Sus fotografías ponen de frente al espectador, le recuerdan que está involucrado, que la imagen que observa tiene que ver con él; que debe espantar su indiferencia o ligereza y cultivar la reflexión. Dice Abad: “Trato de conectar el ojo con el corazón”. 

Le invito a conocer parte de su obra.

@jairmontoyatoro
jairmontoyatoro@gmail.com





https://drive.google.com/file/d/0BxTkwaQhBwkcVEZZbVlzUzBYYUk/view




jueves, 17 de septiembre de 2015

El amor maduro - Erich Fromm

"...El amor infantil sigue el principio: «Amo porque me aman.» El amor maduro obedece al principio: «Me aman porque amo.» El amor inmaduro dice: «Te amo porque te necesito.» El amor maduro dice: «Te necesito porque te amo...»"

"...El amor no es esencialmente una relación con una persona específica; es una actitud, una orientación del carácter que determina el tipo de relación de una persona con el mundo como totalidad, no con un «objeto» amoroso. Si una persona ama sólo a otra y es indiferente al resto de sus semejantes, su amor no es amor, sino una relación simbiótica, o un egotismo ampliado. Sin embargo, la mayoría de la gente supone que el amor está constituido por el objeto, no por la facultad. En realidad, llegan a creer que el hecho de que no amen sino a una determinada persona prueba la intensidad de su amor. Trátase aquí de la misma falacia que mencionamos antes. Como no comprenden que el amor es una actividad, un poder del alma, creen que lo único necesario es encontrar un objeto adecuado -y que después todo viene solo-.

Puede compararse esa actitud con la de un hombre que quiere pintar, pero que en lugar de aprender el arte sostiene que debe esperar el objeto adecuado, y que pintará maravillosamente bien cuando lo encuentre. Si amo realmente a una persona, amo a todas las personas, amo al mundo, amo la vida. Si puedo decirle a alguien «Te amo», debo poder decir «Amo a todos en ti, a través de ti amo al mundo, en ti me amo también a mí mismo»..."

"...El amor sólo comienza a desarrollarse cuando amamos a quienes no necesitamos para nuestros fines personales..."

Párrafos tomados del libro El arte de amar de Erich Fromm

@jairmontoyatoro
jairmontoyatoro@gmail.com


http://www.angelred.com/biblioteca/erich-fromm-el-arte-de-amar.pdf
Imagen tomada de: http://goo.gl/dNnvt3

lunes, 7 de septiembre de 2015

La historia de las cosas - Annie Leonard

Las empresas juegan un papel preponderante en la actual sociedad, son el corazón de la economía, generan empleo, pagan impuestos, producen y ponen al servicio general la tecnología. La base de los negocios es identificar necesidades y maneras de satisfacerlas; se espera que en este proceso se aporte al bienestar y muchas veces se logra.

La producción, distribución, consumo y residuos tienen fuertes conexiones entre lugares distantes, tecnologías diversas, culturas contrastantes, ecosistemas únicos; es así como en un solo producto pueden haber materias primas de Suramérica, ser ensamblado por mano de obra asiática, utilizar sistemas operativos estadounidenses, sus dueños ser australianos, distribuirse en el mundo por una cadena de tiendas europea y los residuos de producción y consumo quedar dispuestos en África.

El objetivo principal de las empresas es la ganancia, todos los otros propósitos son accesorios; el excedente empresarial será la diferencia entre los ingresos totales menos los costos totales y un camino para aumentar la utilidad es lo que los economistas, de manera elegante, llaman externalizar los costos; lo cual no son más que bienes y servicios que consumen del ecosistema y la sociedad sin pagar por ellos, los usan gratis.

Toman más agua que la que es capaz de reponer la cuenca hidrográfica, extraen maderas, peces y otros organismos a tasas mayores de las que sus poblaciones pueden reponer, vierten a las fuentes de agua lixiviados con altos niveles de contaminación, arrojan al aire millones de toneladas de tóxicos, abandonan montañas de residuos en botaderos que agrupan y potencian los problemas.

A estos usos de la naturaleza por los que no pagan, o sólo lo hacen con un valor ínfimo, hay que agregar las relaciones laborales de muchas empresas que a través de una maraña de tipos de vinculación terminan eludiendo sus responsabilidades básicas con los trabajadores; es así como para abaratar sus costos vuelven externalidades las prestaciones sociales, la seguridad y salud en el trabajo, horas extras gratis; es decir para esta rebaja de costos abusan de los ecosistemas y se aprovechan de la gente.

La actual forma de producción y consumo es ante todo una gran productora de residuos, las investigaciones demuestran que en Norteamérica en sólo seis meses el 99% de todo lo generado lo convierten en basura, es una sociedad del compre y a la caneca.

Comprar y tirar a esta velocidad no es una consecuencia sólo de la satisfacción de necesidades reales sino también del despilfarro creado e incentivado por un mercadeo que publicita muchos productos y servicios innecesarios y de mala calidad; con sus estrategias le hacen creer al individuo que debe adquirirlos para parecerse a la estrella del momento y ser aceptado por su sociedad, para lograrlo este sujeto entra en un torbellino de avidez de dinero, todo ello a costa de su tranquilidad, salud y bienestar.

Los efectos también son en los ecosistemas, siendo más fuertes en los lugares más cercanos a la producción y el consumo, evidencia de ello es el Informe Planeta Vivo 2014, el cual demuestra que al 2010, y tomando como base 1970, el tamaño de las poblaciones de vertebrados en el mundo ha disminuido en 52%, y cuando esto se cruza con las causas más del 80% son antrópicas.

Puede decirse que hoy prevalece  una máscara empresarial de bienestar general, tras la cual se ocultan las intenciones de ganancia sin límites y los resultados negativos para las sociedades y la biosfera; detrás del discurso del bien a la sociedad hay una minoría que se enriquece avasallando ecosistemas y gentes; en el 2014 Oxfam publicó el informe Gobernar para las Élites  y en él demuestra que el 50% de la riqueza del mundo la posee el 1% de la población y la tendencia del abismo entre unos pocos extremadamente ricos y unas inmensas mayorías de pobres sigue en aumento.

Es importante que la sociedad conozca, discuta y tome posición frente a un modelo que tiene en su estructura tales perversidades, que genera perjuicios generales irreparables y ganancias particulares vergonzosas; los costos los exteriorizan hacia la biosfera y la sociedad pero las ganancias las internalizan hacia los accionistas.

Hay caminos desde los cuales se puede ayudar a mitigar esta tragedia como son la moderación del consumo, el apoyo a las economías locales, el repudio al uso irresponsable de ecosistemas.

La investigadora norteamericana Annie Leonard ha generado un profundo trabajo sobre el flujo de materiales y sus implicaciones en las cosas que usamos, los resultados se resumen en el video La Historia de las Cosas, le invitamos a conversar, sentir y pensar sobre la realidad que ella describe.

@jairmontoyatoro




viernes, 21 de agosto de 2015

Espera el campo

Los resultados parciales del Tercer Censo Nacional Agropecuario, hace 45 años fue el segundo, dicen del campo que: El 0,4% de los propietarios son dueños del 41% de la tierra, la pobreza multidimensional es del 45%, el 20% de la población entre 5 y 16 años nunca ha ido a la escuela, menos del 10% reciben asistencia técnica, El 90% no acceden a créditos, el 80% del uso agropecuario son pasturas.

Además hay que recordar que en los territorios rurales y en los cuerpos de sus habitantes es donde se ensaña la guerra; la presencia principal del estado para ellos han sido las Fuerzas Armadas que van al vaivén de la estrategia militar; de la existencia de mucha de sus gentes y lugares Colombia sólo se entera cuando sucede una tragedia o un hecho de guerra, que es lo mismo.

Son más de 10 millones los colombianos que han tenido que sobrevivir a una sociedad que los niega y vilipendia, a un país que ha intentado su camino hacia la modernidad dándoles la espalda; de hecho es corriente la utilización de los términos montañero, campechano, finqueño, con intención de menosprecio; en el fondo de este uso lo que hay es una burla a sus culturas, maneras económicas, formas de producción, saberes, ritos, creencias.

Lo que muestra el censo era tristemente predecible, su resultado no es casual sino causal, son expresiones de la mala política rural y hasta la ausencia de ella, basta recordar la precariedad de la estructura para atender el campo, de la cual en los últimos 30 años han desaparecido más del 80% de sus instituciones; todo esto aunado a temas como: Agroingreso Seguro, Carimagua, acumulación de baldíos, etc. que no parecieran ser sólo desviaciones del sistema sino perversidades consistentes de los que tienen en sus manos los recursos del y para el campo.

Un Coeficiente de Autosuficiencia Alimentaria de 1 indica que un país puede dar de comer a sus habitantes con lo que produce, el de Colombia al inicio de los 90 era 1,04 y en el 2009 es de 0,95; otra manera de decirlo es que hoy se importan más de 10 millones de toneladas de alimentos o sea el 28% de lo que va a la mesa.

El país ha hecho dos Intentos de reforma agraria el primero en la década de 1930 y el segundo hacia 1960, ambos fueron un fracaso; los hicieron colapsar los abuelos y padres de quienes hoy férreamente se oponen a cualquier cambio de fondo en el mundo rural; al contrario Colombia ha sufrido una contrarreforma en las últimas décadas y su método principal ha sido la violencia primero y luego los abogados. ¿En manos de quien está la tierra de más de seis millones de desplazados?

A los campesinos que siempre  han ilusionado con el “desarrollo” les han dicho que sus maneras de producir y existir son primitivas e ineficientes, que deben dejarlas atrás y sólo seguir las indicaciones del técnico de turno, pero los resultados del censo muestran que al “paraíso desarrollado” no los han llevado.

Cuando los que provocan y se benefician de esta tragedia son puestos en evidencia dicen del censo: “esto es una oportunidad”; también agregan “hay que digerir los datos”, frases cínicas bajo las cuales esconden su deseo y acción para perpetuar el actual modelo rural, a todos ellos hay que ponerlos en evidencia, quitarles su antifaz, dejarles desnudos sus excesos y perniciosas ambiciones.

La principal herencia de las familias campesinas ha sido la tragedia y la estigmatización, aún así ellas han transmitido por generaciones la esperanza, han seguido produciendo alimentos para si mismas y para el país, siguen aferradas a su tierra porque es su vida y también porque el espejismo de la ciudad casi siempre es sólo eso.

Para superar esta realidad es necesario integrar a la Colombia urbana con el mundo rural y para lo cual es necesario reconocer y respetar del campo su diversidad, su capacidad de organización, sus maneras de producción, sus arreglos económicos, sus iniciativas políticas, sus relaciones con los ecosistemas.

Afianzar la identidad nacional y corregir el camino exige ir a la entraña, al mundo rural, reconocer la importancia del campo, y esto no es un asunto de caridad, es la dignidad merecida por todos sus habitantes. Ese es el reto: pasar del círculo vicioso de la negación y el aislamiento al virtuoso del reconocimiento y la integración; los campesinos no sólo son capaces de liderar su propio bienestar sino de aportar al de todos los colombianos.

jairmontoyatoro@gmail.com
@jairmontoyatoro


http://conversarypensar.blogspot.com/2013/12/algunos-productos-del-autor-del-blog.html


viernes, 14 de agosto de 2015

El insomnio de la productividad

Había un mundo feliz en el que las máquinas no terminaban en la palanca o el teclado si no que de ellas hacía parte también el operario y el oficinista, la producción controlaba a estos humanos como periféricos de los aparatos a los que estaban conectados y cada ocho horas tenían relevos en los turnos de trabajo.

Para lograr que las ganancias siempre se acrecentaran era necesario contar con personas dispuestas a la eficiencia por encima de todo y esto se lograba maravillosamente; era el resultado de siglos de cambio cultural centrado en las aspiraciones del individuo, el descrédito de lo comunitario y la conversión del egoísmo en el mayor valor para guiar la sociedad.

Desde muy chicos en sus hogares les transmitían que al ser adultos serían valorados por sus ingresos y la manera de gastarlos en centros comerciales, automóviles, bisturís, parejas y otras deslumbrantes mercancías.

El sistema era eficiente, los padres impulsaban a sus hijos a ser siempre los primeros en la carrera de triciclos, en el equipo de fútbol, en las notas escolares, repetían: sólo sirve ser el primero, los demás son perdedores. El principal motivo para elegir que aprenderían sus pequeños era el cuanto ganarían en sus oficios de adultos.

Los estudiantes insistían y lograban que los profesores fueran prácticos, divertidos, ligeros y que no los perturbaran con esas tediosas teorías que explicaban los fenómenos y las causas; la sociedad había avanzado y fue aceptado como pilar de la enseñanza que no era importante aprender a sumar ya que la calculadora había rescatado a la humanidad de ese farragoso asunto.

La educación había sabido responder de manera satisfactoria a la crítica frecuente del mundo productivo que la acusaba de no conectarse con las necesidades de la ganancia;  por fortuna habían sido relegadas a su mínima expresión las humanidades, el arte y la música; la academia lograba operarios específicos, oficinistas repetitivos, directores sin liderazgo, médicos sin pacientes pero con clientes, agrónomos sin campesinos pero con rentabilidad; la eficiencia había sido lograda.

En el trabajo les decían que llegaban a una gran familia, leían los valores éticos de la empresa, comprendían con ilusión que debían estar disponibles para cuando los necesitaran, que trabajar tiempo extra sin paga era un gesto de compromiso; en diez años ya habían tenido igual cantidad de empleos; pero eso no importaba, desde su más tierna edad habían sido formados para vivir en la incertidumbre del contrato, en la precariedad del suelo y en las necesidades de del servicio.

En las charlas de motivación con la sicóloga de la empresa les recordaban que eran un equipo y debían ayudarse; en las reuniones de trabajo y cumplimiento de metas se les exigía competir todos contra todos; el sistema funcionaba bien, ya en esta etapa de la vida contaban con la ventaja firme de ni siquiera notar las contradicciones.

Para bienestar general los momentos de ocio  eran pocos, los niños tomaban ocho cursos adicionales a sus labores escolares, los adultos usaban casi todo su tiempo en el trabajo y transporte diario.

La diversión más frecuente era matar el tiempo libre desde alguna pantalla que le evitará dar vida a la conciencia de si mismo; también ya se había superado esa época primitiva de ser hincha de un equipo local y ya todos compraban camisetas y abalorios de uno o dos equipos grandes del universo con los cuales se conectaban a través de la  televisión.

Estaba en vía de superación esa atávica costumbre de conversar con el vecino, mirar la cara del interlocutor y aún la peor: dirigirle la palabra a otros en los sitios comunes donde pudieran coincidir.

La inteligencia se evidenciaba en la capacidad para hacer buenas compras un día de promoción; en la habilidad para la gimnasia bancaria y las acrobacias con los días de cierre de las tarjetas de crédito.

Esta sociedad era feliz, exhibían los objetos y el oropel que sus padres y abuelos nunca habían soñado, sabían cual era la última tontería del artista de moda, contaban con una dosis diaria de me gusta en sus cuentas sociales y estaban seguros que no había límites en y para el planeta.

Un disidente dice que protegidos por sus sábanas duermen mal, se sienten solos y frustrados, ¡Sólo es un desadaptado!

miércoles, 15 de julio de 2015

En el mundo pues no hay mayor pecado que el de no seguir al abanderado – Paco Ibañez

Su música es una emotiva fiesta a la esperanza, la nostalgia, la libertad, la tragedia y también al horror que somos los humanos. El mundo actual con su técnica, su consumismo, sus vastas redes de comunicación hacen percibir una superficie distinta, pero la humanidad mantiene y conservará su esencia fraguada y sedimentada durante miles de años en los que hemos sobrevivido como especie y como sociedades.

A esa naturaleza humana es a la que canta Paco Ibáñez, y para ello hace resonar a los poetas del Siglo de Oro Español cuando entona: Es Amarga la Verdad de Francisco de Quevedo; de época anterior re-crea al Arcipreste de Hita con: Lo Que Puede el Dinero; un contemporáneo, George Brassens, retumba feliz y valeroso en las seis cuerdas de su guitarra y en las cuatro de su voz cuando de él interpreta La Mala Reputación.

Esta música es una contraposición al mundo de hoy donde lo vasto de la comunicación hasta aisla, donde el estruendo y la sensación efímera ahogan la belleza de la calma y lo perdurable, la humanidad sigue asentada y necesitada de su esencia, no hay que confundir el cascarón con la nuez.

Sus notas y poesía exigen calma, silencio, sensibilidad, como condición para que ellas se queden flotando en el ambiente y en el alma; todo esto es antagónico a las expresiones estridentes de hoy, que además vienen con fecha de vencimiento, como enlatados que hay que consumir y tirar tan pronto como pasa la última nota o cucharada...

@jairmontoyatoro
jairmontoyatoro@gmail.com

Dar clic para deleitarse con Paco Ibáñez 





jueves, 25 de junio de 2015

Película Home: La trama de la vida

En el planeta la energía fluye, la materia pasa de unos organismos a otros, los seres vivos transforman la tierra, los ecosistemas vibran y en ellos están los nichos en los cuales los humanos han prosperado y creado su cultura. ¡La tierra es una gran trama de vida!

La película Home, cuenta la maravillosa historia de la vida en la tierra, narra como se labran las montañas, se forman los océanos, se salan los mares, como los organismos toman la energía de la tierra y el sol para existir, reproducirse y transformalo todo.

El ser humano hace parte de esa historia. Consciente de su fragilidad ha creado una cultura que le ha permitido no sólo subsistir sino aumentar su influencia sobre los ciclos de este mundo vasto, diverso y frágil. 

Home es un viaje visual y musical con contenidos profundos que entrelazan paisajes espléndidos, culturas sorprendentes y sueños cumplidos que han mutado en riesgos; aborda de manera integral la contradicción que es hoy la tierra: esa vulnerable casa que acoge al ser humano y ese lugar de tragedia, ecocidio y suicidio en el que se le está convirtiendo.

La película evidencia las consecuencias de una cultura minoritaria y globalizante que tiene como pilares de su existir la  voracidad por los materiales y la energía, el despilfarro y la exclusión.

Sus bellas imágenes son tomas aéreas reales logradas por el fotógrafo francés Yann Arthus-Bertrand en 54 países y 120 localizaciones.

Es una película para disfrutar en soledad, compartir con la familia, usar en educación;  es una oportunidad para quitar velos e impulsar acciones hacia un vivir más humano y respetuoso en nuestro único hogar.

@jairmontoyatoro
jairmontoyatoro@gmail.com


https://www.youtube.com/watch?v=SWRHxh6XepM

jueves, 11 de junio de 2015

“Nuestra causa se juzga por los propósitos y la adversaria por los resultados” - Estanislao Zuleta

Nos desarrollamos como individuos a través de nuestra vida y como pueblos a través de la historia común, este caminar como sujetos y como vecinos lleva a la domesticación de muchos de nuestros instintos, es decir: el espécimen y la especie se van humanizando; el tránsito juntos ha permitido cultivar la convivencia y ahí hay logros fundamentales que sustentan las sociedades.

Vivir en comunidad de manera saludable exige el reconocimiento del otro y esto lleva a admitirlo, a permitir y facilitar su existencia, su desarrollo y no sólo al lado sino conmigo; ese es el ideal, ahí se expresa la humanización.

La alteridad, el ponerse en los zapatos del otro,  no sólo es difícil con el lejano sino también con el próximo, con el familiar, con el compañero de trabajo, con el vecino; la conducta propia hacia los otros en muchos casos dista del respeto y el reconocimiento merecido; es más, son frecuentes las relaciones cotidianas basadas en la hostilidad, la burla y el murmurar continuo hacia aquellos con los que se comparte la balsa de la vida.

¡Y claro! En esto  consiste la humanización, en desbravar esos impulsos y como consecuencia  tener comportamientos más equilibrados,  más fructíferos en el encuentro con los demás; para lograrlo deben superarse conductas que de manera explícita o velada se sustentan en el desconocimiento del otro, por ejemplo la expresión: “Lo respeto pero no lo comparto”; es usada casi siempre como una salida aparentemente considerada, pero en realidad está sustentada en la negación del otro, se usa para salirse del paso, porque en su fuero interior, quien dice la frase, sólo reforzará sus sentimientos y razones para continuar en la otra orilla, sin el interés genuino de ponerse en el lugar del otro, en sus circunstancias, en sus motivos, en su historia.

El filósofo colombiano Estanislao Zuleta nos pone en evidencia cuando expresa:

“... Hay que observar con cuánta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamaré una no reciprocidad lógica: Es decir, el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasaos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él. En el caso del otro aplicamos el esencialismo: lo que ha hecho, lo que le ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el circunstancialismo, de manera que aún los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por alguna desgraciada coyuntura. Él es así; yo me vi obligado. Él cosechó lo que había sembrado; yo no pude evitar este resultado. El discurso del otro no es más que de su neurosis, de sus intereses egoístas; el mío es una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias. Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados...”

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El elogio de la dificultad y otros ensayos - Estanislao Zuleta

Imagen tomada de: http://es.slideshare.net/superdeville/estanislao-zuleta-elogio-a-la-dificultad

viernes, 24 de abril de 2015

Día del idioma y para que sirve la luna

El castellano lo hablan cerca de 500 millones de personas, es la segunda lengua materna, después del mandarín; y es la más hablada en América Latina. La lengua de Cervantes se consolida hacia el siglo XII y como todo lenguaje vivo sigue evolucionando, dejando en desuso palabras, maneras y asimilando otras.

Su principal origen es el latín, heredado de la conquista y presencia romana en la península durante siglos, pero aún bajo el dominio de este imperio, pueblos que habitaban antes estas tierras como los Íberos, Celtas y hasta Cartagíneses de Aníbal (Fenicios) dejaron su legado en palabras como: manteca, barranco, cerveza, perro, lengua, busto, conejo; posteriormente los árabes entregan vocablos como: azul, alcohol, café, talco, tarifa, quiosco, marfil, jabalí. ¡Y claro! La conquista de América se convertirá en una ampliación de palabras y usos.

Las lenguas de los pueblos originarios de América Latina como el Náhuatl, Quechua, Aymara, Guaraní, Caribe, han enriquecido el español con términos como canoa, Aguacate, zoquete, papa, cancha, ají, hamaca, chocolate, huracán, jaguar, caimán, carpa, caucho, cigarro, colibrí, galpón, coyote.

La sonoridad del español y su música interna son un híbrido que se cuece desde hace un poco más de mil años, el goce que produce una bonita frase, el embrujo de una buena historia leída o escuchada, son de los tantos regalos que da esta lengua de origen mediterráneo y enriquecida por los pueblos litorales, andinos y llaneros de Sur América.

Hablar en español no implica sólo la pertenencia a una lengua, sino también  el ser de una geografía, de una historia y de un mundo; desde aquí, desde el Sur, el español es importante para millones que se comunican, aman y discuten en él; y desde esa cotidianidad han surgido grandes exponentes, creadores y transformadores del uso castellano como Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Julio Cortázar, Carlos Fuentes, García Marquez, Octavio Paz, Ernesto Sábato, Vargas Llosa.

Para celebrar el día del idioma la invitación es a disfrutar de un texto corto de William Ospina dedicado al libro, aquella ventura de la lengua escrita que permite hablar inclusive con los lejanos en el tiempo, el espacio y la cultura.

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martes, 14 de abril de 2015

Guerras calladas - Eduardo Galeano


No estalla como las bombas
ni suena como los tiros,
el hambre,
que mata callando,
mata a los callados.

De ellos sabemos todo.

Los expertos, los Obrólogos los estudian 
y nos ofrecen los datos actualizados:
Qué no comen,
en qué no trabajan,
cuántos son,
cuánto no pesan,
cuánto no miden,
qué no tienen,
qué no piensan,
qué no votan,
en qué no creen...

Solo nos falta saber,

por qué los pobres son pobres.

Ellos, los muertos de las guerras,

los presos de las cárceles,
los brazos disponibles,
los brazos desechables,
sin tierra,
sin casa,
sin camino... 
¿Será que los pobres son pobres

porque su hambre nos da de comer
y su desnudez nos viste? 
¿Qué sería de nosotros sin ellos? 


Eduardo Galeano



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