"Es cierto, sin
embargo, que la educación parece haber estado perpetuamente en crisis en
nuestro siglo, al menos si hemos de hacer caso a las insistentes voces de
alarma que desde hace mucho nos previenen al respecto. Cuando ahora confiese,
amiga mía, que este libro responde a mi preocupación por la crisis actual de la
educación es probable que muchos se encojan de hombros: ese triste cuento ya lo
hemos oído tantas veces... Aun así, creo que es posible señalar peculiaridades
inquietantes en el estadio crítico que hoy atravesamos.
Por decirlo con
palabras de Juan Carlos Tedesco, cuyo libro El
nuevo pacto educativo ha sido una de mis mejores ayudas a lo largo de estas
páginas, la crisis de la educación ya no es lo que era: «No proviene de la
deficiente forma en que la educación cumple con los objetivos sociales que
tiene asignados, sino que, más grave aún, no sabemos qué finalidades debe
cumplir y hacia dónde efectivamente orientar sus acciones.» En efecto, el
problema educativo ya no puede reducirse sencillamente al fracaso de un puñado
de alumnos, por numeroso que sea, ni tampoco a que la escuela no cumpla como es
debido las nítidas misiones que la comunidad le encomienda, sino que adopta un
perfil previo y más ominoso: el desdibujamiento o la contradicción de esas
mismas demandas.
¿Debe la educación preparar
aptos competidores en el mercado laboral o formar hombres completos? ¿Ha de
potenciar la autonomía de cada individuo, a menudo crítica y disidente, o la
cohesión social? ¿Debe desarrollar la originalidad innovadora o mantener la
identidad tradicional del grupo? ¿Atenderá a la eficacia práctica o apostará
por el riesgo creador? ¿Reproducirá el orden existente o instruirá a los
rebeldes que pueden derrocarlo? ¿Mantendrá una escrupulosa neutralidad ante la
pluralidad de opciones ideológicas, religiosas, sexuales y otras diferentes
formas de vida (drogas, televisión, polimorfismo estético...) o se decantará
por razonar lo preferible y proponer modelos de excelencia? ¿Pueden
simultanearse todos estos objetivos o algunos de ellos resultan incompatibles?
En este último caso, ¿cómo y quién debe decidir por cuáles optar? Y otras
preguntas se abren, por debajo incluso de las anteriores hasta socavar sus
cimientos: ¿hay obligación de educar a todo el mundo de igual modo o debe haber
diferentes tipos de educación, según la clientela a la que se dirijan?, ¿es la
obligación de educar un asunto público o más bien cuestión privada de cada
cual?, ¿acaso existe obligación o tan siquiera posibilidad de educar a
cualquiera, lo cual presupone que la capacidad de aprender es universal? Pero
vamos a ver: ¿por qué ha de ser obligatorio
educar? Etc., etc."
jairmontoyatoro@gmail.com
@jairmontoyatoro
Ir al libro el Valor de Educar de Fernando Savater
Muy buen blog, y la plegaría del estudiante muy diciente, me pregunto si tiene algo que ver está página con que estudies la maestría en educación o el doctorado, ya que esos contenidos son una fuente importante de el quehacer docente.
ResponderEliminarLuz Alba
Hola Luz Alba que rico saludarla nuevamente. Gracias por sus alentadoras palabras para con el blog.
EliminarYo no estudio la maestría ni el doctorado en educación, es que simplemente me parece importante el tema y como hace algunos años intento hacer algo de docencia son asuntos que me provocan y apasionan.
Desde el mundo formal educativo soy administrador de empresas y magister en desarrollo sostenible y medio ambiente.
Seguimos en contacto y procurando que el blog Conversar y Pensar... Desde el SUR, siga siendo un espacio de encuentro, conversación y pensamiento.
Cordialmente.
jair
Ya entiendo, pero tienes mucho tiempo para leer, ya que los libros que dan enlace son extensos, pero claro muy agradables al leer (he leído algunos someramente).
EliminarMuy bien pensado involucrarse en la docencia pero teniendo bases sólidas para impartirla, ya que al entender que necesita el estudiante, la metodología de clase se hace muy diversa y porque no decirlo entretenida, pocas personas consideran la docencia tan importante como lo es.
Luz Alba
Hola nuevamente Luz Alba, sí, leer se vuelve un poco un vicio, un delicioso vicio que permite mirar otros mundos; la intención del blog es también invitar a la lectura tranquila.
EliminarComo usted lo dice la docencia es un asunto importante que debe ser abordado con las mejores bases posibles y con la mayor disposición para escuchar y encontrar caminos respetuosos, más amenos y fructíferos entre estudiantes y docentes.
Cordialmente.
jair
Hola Jair M .
ResponderEliminargracias por mantener viva la llama de la discusión sobre asuntos de fondo para la vida humana . En el caso personal , poco he leido del filosofo Sabater , por lo menos se que es CLARO en sus opiniones , cosa poco frecuente en los españoles . Quizá tenga yo un sesgo, pero la claridad es una cualidad muy anglosajona .
Francisco
ja... ja... ja... don Francisco que bueno saludarlo, me hace reír con su comentario; bueno aquí seguimos buscando cosas, Savater es muy bueno.
EliminarSeguimos en contacto.
Cordialmente.
jair
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
Hola Joaquín... me agrada saludarlo...
EliminarEs muy buena esta invitación a la humanización del conducir... muchas veces la conducción es agresiva e irrespetuosa... su propuesta invita a hacerla cordial y afectiva.
Continuamos en contacto.
jair