martes, 25 de junio de 2013

La fragilidad ambiental de la cultura- Augusto Angel Maya. Desde el Pensamiento Ambiental...

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"Augusto configura históricamente su planteamiento Ecosistema-Cultura, mostrando que en la mayoría de las ocasiones, el fin de grandes imperios y culturas se ha caracterizado por profundas crisis ambientales: guerras donde una gran población humana ha sido sacrificada, sufrido hambrunas, explotación de seres humanos por seres humanos, relaciones de dominación y vejación entre humanos y entre humanos y ecosistemas. La novedad de este libro, radica en el intento de mostrar que una de las tensiones entre ecosistema – cultura, es la historia. 

Para Augusto Ángel, la historia no es metafísica, aunque la Modernidad haya querido acentuar la idea de la historia como universal. La historia no es posible por fuera de los espacios, las geografías, las geologías, las tramas de la vida…la historia es ambiental; es uno de los hilos más tensos entre las maneras de habitar la tierra y las tramas de la vida, decimos nosotros.

Sin embargo, la humanidad occidental, heredera del judaísmo, del platonismo y del cristianismo, ha intentado romper con la naturaleza (ecosistémica), para cumplir con las teleologías de la salvación en otro mundo, liberarse de las ataduras del mundo, del pecado, de la culpa, y llegar a la tierra prometida, luego de una errancia donde la culpabilidad ha negado la posibilidad del disfrute de la vida y del cuerpo. 

Esa negación del mundo, de ser tierra, de ser naturaleza, ha influido notablemente en el desprecio por lo terreno, por el cuerpo y por la vida, y ha acentuado el carácter metafísico y universal de la historia.

Augusto muestra que esta imagen de historia ha vuelto demasiado frágil la cultura moderna, lugar donde el concepto de historia ha sido radicalmente metafísico, porque ella se ha colocado en la sociedad, como devenir de la sociedad, y como sociedad deviniendo…, y la sociedad es una categoría de la modernidad que se caracteriza por ser universal…algo así como el sujeto trascendental de la sociología.

La Fragilidad Ambiental de la Cultura, emerge entonces como una obra del pensamiento estético-ambiental, por cuanto si es en la cultura, -esa emergencia de la naturaleza como proceso adaptativo humano, según Augusto Ángel- donde se construyen, se crean, como vida que somos, las maneras (estética) de relación con los ecosistemas, entre más metafísica sea una cultura, menos posibilidades tiene de ser ambientalmente sustentable.

Una cultura escindida de la naturaleza, es una cultura frágil, porque no le interesa comprender la vida en la cual está sumergida y de la cual emerge: paradoja inadmisible proveniente de nuestra “raza taimada, que cree saber la hora” (Hölderlin)." 

Patricia Noguera de Echeverri

Hoy disfrutaremos del sentir-pensar del maestro Augusto Angel Maya, quien ha hecho un aporte relevante al surgimiento y fortalecimiento del pensamiento ambiental latinoamericano; poeta, filósofo, pedagogo, historiador, colombiano; pionero en la aplicación de las ciencias sociales a la comprensión de los asuntos ambientales.

Su producción es muy amplia con más de 25 libros, adicional a numerosos artículos y ensayos; en sus trabajos descubre y evidencia las estrechas relaciones que existen entre historia, ecología, filosofía, ética, geografía, estética y educación. 

Buscando acercarnos y/o consolidar el conocimiento de este importante pensador de nuestra América Latina, queremos presentar el libro La Fragilidad Ambiental de la Cultura (1995). 

jairmontoyatoro@gmail.com
@jairmontoyatoro

viernes, 14 de junio de 2013

Discurso de Pepe Mujica en Rio + 20 - Desde el Pensamiento Ambiental

Pepe Mujica es un uruguayo de 78 de años, con un pensamiento profundo, situado en la realidad de quienes somos en esta Latinoamérica y en este planeta; este maestro hace vibrar, sentir y pensar a todo aquel que se da la oportunidad de conocerlo y disfrutarlo... su historia, su coherencia, sus años, su humanidad, nutren y expresan palabras valiosas para escuchar, conversar, disentir y seguir...

En la pasada Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) participaron 191 países, la mayoría de ellos representados por sus presidentes; ante este auditorio Pepe Mujica, en 10 minutos, dio un contundente discurso que toca causas fundamentales de nuestra actual crisis; ocasionada por nuestra forma de habitar el planeta, y también en este memorable discurso ofrece caminos para superarla.

Vale a pena escuchar-sentir-pensar siguiendo las palabras de este hombre ejemplar, de este hombre mayor, orgullo de Latinoamérica, hombre sabio que ve con claridad y habla con la dignidad desde aquí, desde el SUR, desde este hermoso y amado territorio que habitamos.

jairmontoyatoro@gmail.com
@jairmontoyatoro



"Autoridades presentes de todas las latitudes y organismos, muchas gracias. Y muchas gracias y nuestro agradecimiento al pueblo de Brasil y a su señora presidente. Y muchas gracias a la buena fe que seguramente han manifestado todos los oradores que me precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que esta nuestra pobre humanidad pueda suscribir.

Sin embargo, permítasenos hacernos algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha estado hablando del desarrollo sustentable, de sacar inmensas masas de la pobreza. ¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? El modelo de desarrollo y de consumo es el actuar de las sociedades ricas. Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿el mundo tiene los elementos hoy, materiales, como para hacer posible que 7.000, 8.000 millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será posible? ¿O tendremos que dar algún día otro tipo de discusión? Porque hemos creado una civilización, en la que estamos, hija del mercado, hija de la competencia, que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero lo que fue economía de mercado ha creado sociedades de mercado, y nos ha deparado esta globalización. ¿Y estamos gobernando a la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que estamos todos juntos en una economía que está basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
Nada de esto lo digo para negar la importancia de este evento. No. Por el contrario. El desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política. El hombre no gobierna hoy las fuerzas que ha desatado. Sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre.
¿Y la vida? Porque no venimos al planeta para desarrollarnos en términos generales. Venimos a la vida intentando ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Porque ningún bien vale como la vida y esto es elemental. ¿Pero si la vida se me va a escapar trabajando y trabajando para consumir? La sociedad de consumo es el motor, porque en definitiva, si se paraliza el consumo o se detiene, se detiene la economía, y si se detiene la economía, es el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.
Pero ese hiperconsumo a su vez es el que está agrediendo al planeta. Y tiene que generar ese hiperconsumo cosas que duren poco porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica no puede durar más de mil horas prendida. Pero hay lamparitas eléctricas que pueden durar 100.000, 200.000 horas. Pero ésas no se pueden hacer. Porque el problema es el mercado. Porque tenemos que trabajar. Porque tenemos que tener una civilización de uso y tire. Y estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político que nos están diciendo la necesidad de empezar a luchar por otra cultura. No se trata de plantearnos volver al hombre de las cavernas ni tener un monumento del atraso. No podemos indefinidamente continuar gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar el mercado. Por eso digo que el problema es de carácter político.
En mi humilde manera de pensar, porque los viejos pensadores lo definían, Epicúreo, Séneca, los aymaras, pobre no es el que tiene poco, sino que, verdaderamente, pobre es el que necesita infinitamente mucho y desea y desea y desea más y más. Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, quiero saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y lo voy a acompañar como gobernante. Porque sé que algunas cosas de las que estoy diciendo rechinan. Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua, que la crisis de la agresión al medio ambiente, no es una causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay tres millones de habitantes. Poco más de tres millones doscientos mil. Pero hay trece millones de vacas de las mejores del mundo. Cerca de ocho o diez millones de ovejas estupendas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una plenillanura. Casi el 80% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores lucharon mucho por las ocho horas de trabajo. Ahora están consiguiendo seis horas. Pero el que consigue seis horas se consigue dos trabajos y por lo tanto trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tienen que pagar una cantidad de cuotas. La motito que compró. El autito que compró. Y pague cuotas y pague cuotas. Y cuando quiere acordar es un viejo reumático como yo y se le fue la vida.
Uno se hace estas preguntas: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas son muy elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad, tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor, de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental. Precisamente porque eso es el tesoro más importante que se tiene. Cuando luchamos por el medio ambiente, el primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana. 

Gracias."

Presidente del Uruguay José Alberto Mujica Cordano