lunes, 4 de agosto de 2014

La fragilidad ambiental de la cultura - Augusto Ángel Maya

“… La naturaleza no se concibe como un sistema, sino como una pista de baile para la fiesta humana…” Esta fuerte y provocadora frase de Augusto Ángel Maya, tomada de su ensayo La Fragilidad Ambiental de la Cultura, llama la atención sobre la manera como los humanos hemos habitado este mundo.
El estudio de lo ambiental requiere miradas profundas, serias, propositivas, que pongan en tensión nuestro pensamiento y nuestro actuar en relación con los ecosistemas; con esta intención es que les invito a conocer, releer, sentir, discutir… las propuestas de este pensador colombiano:
“… La demora del método histórico para dejarse interrogar por la problemática ambiental es común a la mayor parte de las ciencias sociales o de las disciplinas humanísticas. Casi todas ellas permanecen ancladas a la antigua racionalidad preambiental, que considera la sociedad como una entelequia sin raíces en el entorno. Esta demora se explica por el reduccionismo ecologista que predomina todavía en la conciencia ambiental. La perspectiva que se abre con la dimensión ambiental pretende superar, tanto el ultranaturalismo filosófico que concibe al hombre como un conquistador advenedizo, como la interpretación biológica, que lo percibe como una especie más del reino animal.
La perspectiva ambiental plantea una nueva manera de interpretar el pasado.
Una modalidad que todavía no ha llegado sino en forma muy restringida a las escuelas de historiadores. El hecho de que la perspectiva ambiental reclame su propia manera de percibir el proceso histórico, no se debe al influjo de una moda cultural pasajera, sino a la convicción de que las formas de organización social están intimamente vinculadas a la transformación tecnológica de los ecosistemas. También a la comprensión de que las racionalidades sociales, económicas o políticas, influyen en el mejoramiento o deterioro de los llamados sistemas naturales…”
“… Este ensayo tiene por objeto intentar un método ambiental de interpretación de la historia, no por la fruición de sumergirse en un pasado idílico que oculte las contradicciones del presente, sino para comprender mejor la crisis actual. El problema ambiental está, por lo general, mal planteado en la arena del debate teórico y de la acción práctica. No es un problema que atañe solamente a los ecosistemas naturales o que se pueda solucionar simplemente con medidas tecnológicas. Requiere la formación de una nueva sociedad…”
 “… Consecuencias ambientales del desarrollo moderno: Los impactos ambientales de las culturas anteriores, por muy graves que hayan sido, no pasaron de representar efectos locales o regionales, circunscritos a los márgenes de sus propias civilizaciones. La deforestación del medio oriente o de las cuencas del Himalaya, puso en peligro las culturas asentadas en el entorno geográfico, pero no representó un peligro para la vida en su conjunto. Los mayas pudieron emigrar a sitios cercanos y las poblaciones sumerias tierra adentro, para construir nuevas culturas. El imperio romano representó, sin duda, el esfuerzo más articulado de explotación del entorno, dentro de una vasta región y los impactos ambientales fueron mucho más graves pero no sobrepasaron la cuenca del Mediterráneo.
Lo que caracteriza el impacto del desarrollo moderno es su significación planetaria. La expansión europea iniciada en el siglo XV y consolidada con el dominio colonial del siglo pasado (XIX) y principios del presente (XX), ha sojuzgado la totalidad del planeta al dominio unitario de l hombre. No se trata ya de esfuerzos aislados de adaptación cultural, en los que las relaciones sociales y el mundo simbólico servían de instrumentos culturales pra la transformación del medio. Lo que desde Smith ha dado en llamarse capitalismo, no es más que un sistema unificado de explotación del mundo natural en el que las diferentes culturas han tenido que integrarse dentro de una rígida y homogénea estructura de comportamiento o, de lo contrario desaparecer.
Posiblemente el primer efecto ambiental del desarrollo moderno que es necesario considerar dentro del presente resumen es el impacto sobre la cultura. Es un efecto invisible, difícil de precisar, pero es quizás el de más hondas consecuencias.
La sumisión de las culturas a un propósito único de acumulación significó o está significando la pérdida progresiva de la heterogeneidad cultural. Hasta el momento es un hecho irreversible. La cultura ha ido perdiendo su significado de modelo adaptativo a las circunstancias locales o regionales, para convertirse en un ropaje unificado y en un sistema articulado de explotación del medio natural. A instrumentos similares  responden símbolos idénticos. Las relaciones sociales no se organizan de acuerdo con las exigencias de un trabajo común que garantice la supervivencia de la tribu o del poblado, sino según las rígidas líneas de acumulación…"


jairmontoyatoro@gmail.com
@jairmontoyatoro
Ir al ensayo La Fragilidad Ambiental de la Cultura

2 comentarios:

  1. Es una forma interesante de explicar la construcción (y el necesario cambio) de paradigma: de la dominación a la convivencia… ahí es nada!!! Todo un replanteamiento de nuestras formas de producir, consumir, pensar y sentir… Un reto ilusionante.

    Por cierto, ya desde Zaragoza, mil gracias por estos días… Han sido de los más instructivos y placenteros! Conseguí entenderlos muchísimo mejor y comprender el alcance de la inteligencia política que hay detrás de su trabajo.
    Seguimos avanzando.

    Cristina

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  2. La propuesta de Augusto Angel Maya realmente es un camino fructífero, para como usted lo dice, imaginar y recrear nuestro mundo desde la dominación hacia la convivencia; hay que poner en tensión nuestro modelo de producción y consumo; y el pensamiento ambiental es un buen camino para ello

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