Imagen tomada de: https://coenfeba.com/despues-de-una-infeccion-bacteriana-el-sistema-inmunitario-reacciona-rapidamente-para-eliminar-los-invasores/
El Covid-19 es un contagioso virus que puede atacar células y matar cuerpos y aunque hoy los infectados en el mundo son millón y medio de personas, su mayor efecto no es sobre los cuerpos, sino sobre las relaciones entre humanos y la psiquis de miles de millones de contagiados de miedo e insuficiencia de ingresos.
Las consecuencias económicas de la pandemia son diversas: inmensas fortunas no crecerán tanto como sus codiciosos dueños esperaban; los más pobres no saben si comerán la próxima semana; quienes viven de su trabajo, tanto empleados como por cuenta propia, temen que sus ingresos no sean suficientes para mantenerse.
La mayoría de personas a las que su cheque alcanza para existir sin precariedad llevan un estilo de vida más allá de sus posibilidades, viven al debe y cada quincena se evapora entre sus manos casi sin darse cuenta que ella existió.
Un virus tiene la capacidad de engañar una célula, apoderarse de ella, esclavizarla y ponerla a trabajar sólo para él hasta llevarla a su destrucción. ¿Cuántos comportamientos humanos pueden parecer ocasionados por un virus económico? Se podría pensar que son esclavos de este tipo de virus todos los que destruyen el fruto de su esfuerzo en objetos y apariencias, que más que ser fruto de una decisión acertada son consecuencia del deseo de emular a aquellos a los que quiere parecerse.
La capacidad de daño de un virus está limitada por las fortalezas del organismo que ataca y acrecentada por las otras dolencias que ese cuerpo padezca, con este virus económico es igual, el individuo contagiado que además sufra consumismo podrá tener efectos devastadores.
Los estilos económicos débiles y que se han nutrido con una dieta rica en despilfarro, deuda, ostentación e incapacidad para actuar en consecuencia con su posibilidad económica están enfermos hace mucho tiempo y la actual situación sólo evidencia el tamaño y la gravedad del padecimiento.
Para superar esta crisis es necesario que esos individuos se nutran de gasto moderado, ahorro, deuda saludable, decisiones coherentes con sus capacidades y que desde allí se generen anticuerpos económicos que les permitan enfrentar y vencer ese malsano consumismo para que no solo puedan sobrevivir sino vivir mejor.
@jairmontoyatoro