“... Como una mujer que prefiere
someterse al hombre fuerte antes que dominar al débil, así las masas aman más
al que manda que al que ruega, y en su fuero íntimo se sienten mucho más
satisfechas por una doctrina que no tolera rivales que por la concepción de la
libertad propia del régimen liberal; con frecuencia se sienten perdidas (las
masas) al no saber que hacer con ella (con la libertad) y aún se consideran
fácilmente abandonadas. Ni llegan a darse cuenta de la imprudencia con la que
se les aterroriza espiritualmente, ni se percatan de la injuriosa restricción
de sus libertades humanas, puesto que de ninguna manera caen en la cuenta del
engaño de esta doctrina...”
Adolf Hitler,
Mein Kampf (Mi lucha), 1.939, Pág. 56 Citado por Erich Fromm en el miedo a la
libertad, 1.941, Pág. 247
Pensar a Colombia desde referentes como los
propuestos por Erich Fromm, en su libro el Miedo a la Libertad, es fructífero,
ayuda a conocer y sentir un poco más lo que somos, lo que cultivamos como
sociedad de manera generalizada.
Iniciar este artículo leyendo a Hitler,
tratando de conocer y entender como decenas de millones de alemanes se sumaron
animados a la exclusión, a la eliminación, a la negación del otro, a la
propuesta de su líder autoritario, pendenciero y mentiroso; hace saltar de
manera protuberante similitudes entre ese Hitler y esa sociedad alemana y
alguno de nuestros “mesías” y quienes lo acompañan; los cuales proponen
mantener (así sea de manera velada) la guerra como fin último, como manera de
existir, como estilo de sociedad.
Fromm nos ha ayudado a entender que no sólo
hay un carácter individual, sino que también hay un carácter social y que
aquellas sociedades que aceptan, reclaman y hasta idolatran líderes
autoritarios, son sociedades con carácter sadomasoquista, sociedades que desean
y propician el abuso contra sí mismos y aún peor, lo avalan y lo defienden como
un estilo natural de poder y orden social. "La
dominación sádica se caracteriza por el deseo de hacer del objeto (de la masa)
un instrumento pasivo en las manos de la persona sádica (el líder)” Erich Fromm
El Miedo a la Libertad.
Como alguno de nuestros líderes políticos
entiende, conoce y cultiva de manera exitosa esta enfermedad nuestra, y como
utiliza su discurso y estilo excluyente para perjudicar a sus propios
electores, beneficiar a su élite, y avasallar a aquellos que se percatan y
oponen a su argucia
La salud política pasa por la salud mental;
una sociedad con poca salud mental, producirá un régimen político enfermo y
abusivo como el que padece Colombia; pero este mundo no puede ser sólo
desesperanza, hay que contraponer desde cada espacio, desde cada luz, desde
cada conversación, la posibilidad de influir para una sociedad más saludable,
más equilibrada; recordemos que la salud es un reflejo del equilibrio físico,
mental y social; es equilibrio no un estado de perfección ni boberías
parecidas.
Y para cultivar estos caminos se puede por
ejemplo recordar al filósofo Fernando Savater cuando dice que “hay que
educar en defensa propia” y lo argumenta desde recordarnos que cada uno de
aquellos con los que compartimos nuestro territorio también influencian,
deciden y votan; y claro si aquel que tiene el mismo poder que yo lo hace con
menos información, con menos discusión, con más sectarismo, con más masoquismo,
tiene una alta posibilidad de elegir el peor y elegir en contra de si mismo y
de todos aquellos que compartimos el territorio.
Entonces esto deja de ser un asunto
individual y se convierte en asunto social que me involucra a mí, a usted, a
nosotros; por esa razón no es posible aislarse, hacerse el desentendido, es un
momento de responsabilidad y de decisión; es un momento para no tener vergüenza
de elegir, sino para tener fuerza y esperanza para defender una oportunidad;
hay que ayudar a que las masas no amen más al que manda, que amen la libertad,
que se amen ellas mismas.
Es necesario ayudar a sanar este país, es
necesario ayudar a quitar “el embrujo autoritario” con el cual se ha
llevado a la muerte y a la precariedad a millones de colombianos, hay que
ayudar a animar la esperanza, la inclusión y sacar de cada uno de nosotros este
estilo mandón, pendenciero, excluyente, mentiroso, con el cual hemos crecido; y
avivar los espacios, tímidos y perseguidos, que intentan construir un mundo
desde la reconciliación, el reconocimiento, el respeto, LA PAZ.
jairmontoyatoro@gmail.com
@jairmontoyatoro
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