Esta sociedad que se ufana de moderna y civilizada; que se dice ser el punto más alto al que ha llegado el homo sapiens muestra hoy toda su barbarie en la actual masacre que Israel lleva a cabo contra los palestinos… En 30 días ha matado 2.000 personas, entre ellas 500 niños; ha mutilado miles; destruido casas, decenas de hospitales y escuelas; y mantiene bajo el terror de las bombas a 1’800.000 seres que viven en una área del tamaño de la zona urbana de Bogotá (360 Km2) y que no tienen como, ni a donde ir. Esto lo hace frecuentemente, deja pasar algunos años y repite la carnicería.
Los casi 500 niños masacrados por Israel son sólo la punta del iceberg, son la evidencia vergonzosa y contundente de la cruel e infame sociedad a la que pertenecemos y nutrimos todos.
El mayor poder de Israel es el económico y de ahí deriva su influencia en países ricos y abusadores, que no sólo los protegen sino que los arman y envalentonan para actuar de modo tan macabro, la ONU una vez más muestra su inoperancia, su incapacidad para evitar y detener la barbarie humana…
Del negocio de la venta de armas se lucra gente riquísima en países que se dicen civilizados (USA proveedor de Israel y de muchos otros conflictos) y con esas armas se mata gente (desde afuera y entre sí) en los países que ellos llaman atrazados, subdesarrollados o pobres; el gobierno del “nóbel de Paz”, Obama, aumenta sus ganancias al proveer armas para matar niños no sólo en Palestina…
La sociedad auspicia y permite un mundo abundante en violencias; la tragedia no es sólo Gaza, la barbarie pasa por los niños indios de nuestra América durante la conquista, los niños que murieron trabajando en la Inglaterra de la Revolución Industrial, los niños que masacraron los Nazis con el silencio de Europa, los niños japoneses bajo las bombas atómicas que les arrojo Estados Unidos, los niños que murieron bajo el Napalm en Vietnam, los niños de las guerras de Centroamérica…
Hoy también los niños de Siria, Irak, Afganistán, Ucrania, y claro Colombia con sus niños de La Guajira que mueren por desnutrición, los que mueren por la violencia íntima, los de las balas perdidas o bajo la delincuencia común, los niños que sufren y mueren víctimas de la prostitución, del conflicto armado, los niños que mueren porque el sistema de salud es ineficiente, ávido de dinero y corrupto…
Esos niños pobres que no importan, que no se ven sino hasta que un poco mayorcitos “afean el paisaje” al acercarse a mendigar al auto en el semáforo, o peor aún a atracar, sólo ahí se hacen hacen visibiles para este mundo insensible… y cuando se hacen evidentes se encuentra como solución terrible y frecuente la llamada “limpieza social”… Término que expresa que lo realmente sucio son el sentir y el actuar de aquellos que aceptan la barbarie como solución… ¿Esa misma concepción de “limpieza social” será la que subyace en la barbarie de Israel?
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@jairmontoyatoro
Como retransmite @TxavierAlonso:
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