lunes, 18 de marzo de 2013

La manipulación mediática - Noam Chomsky

1-      La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales” (cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

Este punto nos los advertía ya en la década de 1920 el hereje periodista Henry L. Mencken, cuando dijo: “Todo el motivo de la práctica política es mantener al populacho alarmado –y por ello clamoroso para ser conducido a la salvación– mediante una interminable serie de fantasmas y exageraciones, todos ellos imaginarios.”

Y agregaba, para que no nos quedase ninguna duda: “La necesidad urgente de salvar a la humanidad es casi siempre la falsa fachada para el ansia de gobernarla.” Y, conocedor de los bueyes con que araba, terminaba diciendo: “Un periódico es un dispositivo para hacer al ignorante más ignorante, y a los locos más locos aún.”

Quienes han seguido mis informes y ensayos sobre el tema de la desinformación constante que se le aplica a la sociedad, o han investigado en otras fuentes, sabrán ya que el origen de estas campañas de alarmismo mediático se remontan a las recomendaciones emitidas en el famoso Informe de la Montaña de Hierro, de 1962, donde un futuro que se avizoraba sin guerras mundiales, representaba un peligro para las corporaciones industriales y los carteles financieros que controlan a los principales gobiernos del mundo, y a las Naciones Unidas.

Para seguir provocando el derroche de recursos en una catarata interminable que mantuviese con vida al sistema, era necesario crear alarmas sobre imaginarias amenazas a la seguridad y salud de la población. Para la burguesía con un agradable pasar, el peor consejero posible ha sido siempre el miedo a situaciones desconocidas que pondrían en peligro su seguridad. Para evitar el peligro inminente y ser conducidos a la seguridad aceptarán siempre cualquier cosa que los gobiernos y sus burocracias les propongan. El clásico ejemplo del zorro cuidando del gallinero. Y que se refleja en la segunda estrategia que enumera Chomsky:


2- Crear problemas, después ofrecer soluciones

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

O inventar el Apocalipsis Climático, el Calentamiento Global, esa inminente catástrofe ambiental que causará miles de angustiosos problemas –y ningún beneficio para la humanidad. ¿Qué tienen en común crisis financieras, la pandemia de gripe, y el calentamiento global? Todas involucran la toma de decisiones políticas que se basan en alguna clase de modelo para predecir el futuro –y todos los modelos, sin excepción- están plagados de incertidumbres, ignorancias y valores públicos imposibles de cuantificar o de enumerar total y claramente. Los modelos son nada más que una increíblemente larga y compleja ecuación matemática, donde las constantes y las variables no son bien conocidas, se basan en prejuicios, pobre o incompleta información, y hasta pueden cambiar de signo. Ello hace inútil –de toda inutilidad- a los modelos econométricos y del clima.


3- La gradualidad

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

Las regulaciones sobre la actividad productiva e industrial que los grupos encargados de distribuir la desinformación alarmista han ido aumentado de manera paulatina, sin prisa pero sin pausa, los costos de producción de bienes y alimentos, y el traspaso de esos costos a los consumidores. No hay que extrañarse de que, por más próspera que sea una economía, los precios siempre irán subiendo, y tendremos que trabajar más para comprar lo mismo que antes conseguíamos con menos horas de trabajo. Por ejemplo, hay regulaciones ambientales para procesos o sustancias químicas que le añaden a la economía de los Estados Unidos varios miles de millones de dólares por cada vida salvada - o presuntamente salvada- por la prohibición o erradicación de algún proceso o sustancia. Y no nos ponemos a contar los millones de muertes que realmente provocan, uno de cuyos ejemplos ha sido la prohibición del DDT.


4- Diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

La clásica apelación a sacrificarnos para que nuestros nietos tengan un mundo mejor. Así como nosotros nos hemos preocupado y lo seguimos haciendo, de mejorar el ambiente que nuestros abuelos nos dejaron, y no sólo no se lo reprochamos sino que les estamos infinitamente agradecidos; es justo dejarle a nuestros nietos los conocimientos y tecnologías que les ayudarán en su tarea de “seguir salvando al mundo” y gozar de la vida como la estamos gozando nosotros -ahora. Por lo menos quienes no padecemos de una paranoia verde galopante que nos hace mojar la cama de noche y nos impida ser felices.


5- Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

O mantener a los niños en un estado permanente de lavado cerebral amenazándolos con toda clase de miedos a la muerte y a un futuro sin animales, osos polares, o mariposas, o el mar ingresando en el living de la casa


6- Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

Esto es muy conocido. La prédica sobre todas los peligros que se desplomarán sobre nuestras cabezas apenas demos vuelta la esquina, tiene una base exclusivamente emocional, sentimentaloide que hace una apelación al retorno a una época romántica –en la que los alarmistas realmente jamás querrían vivir. Pero quieren que nosotros volvamos para atrás y permanezcamos en el bucólico mundo imaginado por Rousseau en el Siglo XVIII.


7- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver 'Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

Esta estrategia se refleja en la involución y colapso de los sistemas educativos públicos. ¿Quién lo puede negar? Es más fácil dominar y controlar a un pueblo ignorante y temeroso que a una ciudadanía que sabe pensar y analizar los riesgos y peligros. Nuevamente Mencken nos da la pista hacia la verdad:

“El hombre más peligroso para cualquier gobierno es aquel que es capaz de pensar por su cuenta… sin consideración a las supersticiones y tabúes sociales. Casi inevitablemente ese hombre llega a la conclusión de que el gobierno bajo cuyo poder vive es deshonesto, insano, intolerable.”


8- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

O demostrar una hipócrita sensibilidad y preocupación por “los más necesitados”.


9- Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!

Una de las patas de la filosofía ecologista: todo lo malo que nos pasa es culpa suya, señor! Arrepiéntase, sufra y entrégueme todo su dinero para que yo le conduzca a la salvación.


10- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

El mundo que imaginó Orwell en “1984” está golpeando a su puerta, amigo mío. Ahora, vaya de regreso a la granja, donde comprobará que aunque todos los animales son iguales, hay algunos que son más iguales que los demás.

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lunes, 11 de marzo de 2013

Breviario de podredumbre - Emil Cioran. De tiranos y profetas...

De profetas:

"...En todo hombre dormita un profeta, y cuando se despierta hay un poco más de mal en el mundo... La locura de predicar está tan anclada en nosotros que emerge de profundidades desconocidas al instinto de conservación. Cada uno espera su momento para proponer algo: no importa el qué. Tiene una voz: eso basta. Pagamos caro no ser sordos ni mudos..."

"...La fuente de nuestros actos reside en una propensión inconsciente a considerarnos el centro, la razón y el resultado del tiempo. Nuestros reflejos y nuestro orgullo transforman en planeta la parcela de carne y de conciencia que somos. Si tuviéramos el justo sentido de nuestra posición en el mundo, si comparar fuera inseparable de vivir, la revelación de nuestra ínfima presencia nos aplastaría. Pero vivir es cegarse sobre sus propias dimensiones...



Tirano o mártir:

"... El fanático es incorruptible: si mata por una idea, puede igualmente hacerse matar por ella; en los dos casos, tirano o mártir, es un monstruo. No hay seres más peligrosos que los que han sufrido por una creencia: los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a los que no se ha cortado la cabeza..."


Emile Cioran, Breviario de Podredumbre (1949)

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lunes, 4 de marzo de 2013

Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011. Colombia rural razones para la esperanza. Principales rasgos del modelo rural en Colombia (Parte 2).

3. El modelo invisibiliza las diferencias de género y discrimina a las mujeres

En la implementación del modelo se ha ignorado la forma desproporcionada en que las inequidades rurales afectan a las mujeres. En consecuencia, las instituciones públicas no han tomado nota de esta situación por lo que los intentos por incorporar la perspectiva de género en todo el ciclo de la política pública han sido pocos, fragmentarios y débiles frente a la complejidad del problema.

Como se dijo, vivir en el campo implica estar sometido a varias manifestaciones de inequidad, pero cuando se es mujer estas se agudizan aún más. Las mujeres rurales se ven sometidas a varios tipos de discriminaciones que las sitúan en peores condiciones de vulnerabilidad frente a los hombres e incluso frente a otros miembros de la familia campesina.

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4. El modelo es excluyente

La presión por la tierra que ejercen empresarios, transnacionales, comisionistas y actores ilegales impide que campesinos, indígenas y afrocolombianos disfruten de los recursos del territorio, y que a partir de allí generen ingresos para procurar el bienestar de sus familias. Tales obstáculos excluyen al grueso de la población rural del principal activo para su supervivencia y bienestar: la tierra.

…Lo excluyente del modelo se manifiesta además en enfoques centralistas que han dejado a las regiones y localidades con una inexistente o precaria presencia institucional, y una monumental incapacidad para administrar, entender y responder en forma adecuada a las demandas de la población. Por ello, tanto los grupos sociales rurales como los mismos empresarios se sienten insatisfechos con la acción del Estado y sus políticas. La expresión común de que no existen políticas agrarias (que es incorrecta porque sí existen, pero son inconvenientes), es una manifestación de esta situación. Este es un modelo de desarrollo rural con pobreza de Estado, de sociedad civil y pobreza económica y social.

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5. El modelo no promueve la sostenibilidad


La ocupación del territorio ha transformado el paisaje. A pesar de ser un proceso de profundas raíces históricas, las actividades que en él se desarrollan se han abierto paso en medio de áreas destinadas por el Estado para preservar la reserva forestal, dedicadas al manejo y conservación ambiental y resultado de la asignación de territorios de propiedad colectiva a grupos étnicos. Sobre esta distribución geográfica particular se han afianzado las actividades productivas tradicionales y se están instalando unas nuevas: biocombustibles y minería, y consolidado la presencia de actividades ilegales, como los cultivos de uso ilícito. La explotación indiscriminada de los recursos del subsuelo no solamente representa una amenaza para la biodiversidad sino también para la protección de los recursos hídricos.



No ha habido preocupación por proteger el patrimonio ambiental del país. El agotamiento de los recursos naturales y la excesiva explotación productiva han puesto en riesgo ecosistemas estratégicos (nacimientos y fuentes de agua, páramos y bosques), coberturas vegetales y reservas forestales. Los fertilizantes y plaguicidas y las técnicas de establecimiento de los cultivos requeridos para el desarrollo de la actividad, han deteriorado la aptitud de los suelos más productivos. Los daños ambientales no son internalizados como costos para los productores agrícolas y pecuarios. La expansión de la ganadería se realiza a costa de la deforestación y ocupación de suelos con vocación agrícola.



La adecuación de terrenos a pastos, a partir de la adopción de técnicas extractivas de deforestación poco sostenibles también ha producido una elevada incidencia en la apertura de la frontera agrícola. Además, la inadecuada ocupación de las áreas rurales con actividades productivas y asentamientos humanos aumenta el riesgo de desastres. El carácter antrópico de la construcción del riesgo implica que el desarrollo rural no debe fomentarse en áreas caracterizadas por ecosistemas frágiles y de poca resiliencia. El impacto de la variabilidad y el cambio climático sobre las poblaciones y actividades rurales localizadas en áreas ambientalmente sensibles es más severo y costoso para la sociedad rural, debido al elevado riesgo de generación de desastres



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